MORITO TONTO, MORITO LISTO
—Hola, Mustafá.
—Hola, Mohamed.
—´Hoy es un gran día, Mustafá. Hoy podremos ponernos los cinturones de explosivos y explosionarlos en alguna aglomeración de infieles, judíos o cristianos, convertirnos en mártires y así entrar directamente en el Paraíso, donde corren ríos de leche y miel y donde dispondremos de 40 vírgenes desnudas para satisfacer nuestros deseos.
—¿Y quién te ha dicho eso, Mohamed?
—El ulema de la mezquita, que ha recibido la orden del mullah.
—¡Coño!, si eso es tan bueno, ¿por qué no se ponen ellos el cinturón?
—Porque nosotros somos los elegidos, Mustafá.
—Nosotros no, Mohamed. Yo no puedo beber leche por lo de mis piedras en el riñón, y de la miel ni probarla: tengo el azúcar disparao.
—¿Y las vírgenes? ¿Qué me dices de las vírgenes?
—Mira, Mohamed, esto no se lo he dicho nunca a nadie, pero yo soy más maricón que el Boris Izaguirre.
3 comentarios
Discóbolo -
En algunos países hay una gran diferencia entre hombres y mujeres... los hay en los llamados civilizados, así que imagínate.
Beso.
Incrédula -
De religiones y sus correspondientes normas apenas sé nada, pues no es un tema que me interese ni preocupe especialmente, pero como soy curiosona sí que me gustaría saber, si a ellos les prometen ese Paraíso ¿qué les prometen a las mujeres? más que otra cosa, además de la curiosidad que me provoca saber si esos fanáticos son capaces de desear algo bueno para el sexo femenino, porque no me entra en la cabeza, como madre que soy, poder sentirme orgullosa de que un hijo mío pierda la vida, sea por la causa que sea.
Besitos.
Incrédula -
Hace bien Mustafá en no querer inmolarse: ¡más vale un maricón vivo que un gilipollas muerto!