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LOS ESCRITOS DE DISCÓBOLO

PARECIDOS

PARECIDOS

 

No me explico la manía que tiene la gente, sobre todo las mujeres, de buscarle un parecido a los niños pequeños:

 

—Es clavadito a su abuela materna.

 

—Pues no, señora, va a ser que no porque la madre del bebé es adoptada.

 

—Los ojos son de su padre.

 

—Pues tampoco, señora, porque el niño se concibió por fecundación in vitro, con semen de un banco de esperma.

 

En cierta ocasión viajaba en Metro junto a mi mujer, que llevaba en sus brazos a nuestra hija de muy poquitos meses. Ella iba sentada con la niña y yo permanecía a su lado de pie. En una estación subió al tren una señora que se colocó a nuestro lado, empezó a hacer carantoñas a la niña e inició una conversación con mi mujer:

 

—¡Qué niño más simpático, mira cómo se ríe!

 

—Es niña, señora.

 

—¿Cómo se llama?

 

—Se llama Eva.

 

—Tiene la misma cara que el padre.

 

Mientras decía esto señalaba a un señor que iba sentado frente a mi mujer y que no conocíamos de nada. El hombre puso cara de asombro, mi mujer me miraba y se reía y yo no quise decirle nada, pero pensé: “¡Que Santa Lucía te conserve el oído, porque lo que es la vista ya no tiene arreglo!”

 

Y al llegar a su estación se apeó del tren tan pancha.

 

 

1 comentario

Incrédula -

Ésta niña es idéntica a mi vecino, el tuerto, jajajaja.

Te ha quedado fantástico el blog, y más con esa preciosidad de bebé que has puesto.

Besos.