Pienso que yo no me entiendo y no me quiero agobiar, y, por pensar, pienso a veces que no debiera pensar. Pienso que no tengo nada, pienso que me voy a curar y, por pensar, pienso a veces que ya pensarlo es soñar. Pienso que estoy en el campo, en la playa o en el mar, y, por pensar, pienso a veces que incluso puedo volar. Pienso en las cosas sencillas, sencillas, como es “amar” y, por pensar, pienso a veces que un día lo voy a lograr. Pienso jugar con mis nietos, llevarlos a pasear, y, por pensar, pienso a veces que sólo puedo pensar. |
Pienso que vivo soñando, que nada de esto es real, y, por pensar, pienso a veces que me voy a despertar. Pienso yo si en esta vida a alguien le hice mal, y, por pensar, pienso a veces que ahora me toca pagar. Pienso que yo pienso mucho y no dejo de pensar, y, por pensar, pienso a veces que no sé ni en qué pensar. Pienso que estando pensando el tiempo se va a parar, y, por pensar, pienso a veces que está más cerca el final. Pienso, cuando me siento sensato, si no es inútil pensar; dejar que la vida marque mi destino y no pensar. |