EL CORREDOR DE LA MUERTE
Siempre me ha intrigado lo que sienten los presos condenados a muerte, esos que se encuentran esperando su ejecución en lo que llaman “el corredor de la muerte”.
¿Pensarán en sus familias? ¿En lo que les ha llevado a esa situación en que se encuentran? ¿Sentirán pánico, terror a la muerte?
Supongo que habrá de todo —cada persona es un mundo—; incluso los habrá que deseen que la muerte les llegue lo antes posible. Nadie puede opinar, nadie puede saber lo que piensa, ni siquiera uno de ellos: yo sí, porque yo estoy en “el corredor de la muerte”.
Escrito antes del trasplante.
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