A MI MADRE
Mi madre y yo cuando me contaba historias.
A mi madre y, por extensión, a todas las madres
que no han tenido nada fácil criar a sus hijos.
Jamás yo podré olviarme
de lo mucho que has sufrío,
cuando pasábamos jambre,
cuando pasábamos frío,
cuando yo andaba descalzo,
tú sólo con un vestío,
que lo lavabas de noche
y estaba descolorío.
Cuando no te veía, llorabas;
cuando te veía, reías
y me contabas historias,
historias de fantasías:
“Hijo, cuando tú seas grande
me comprarás un cortijo,
con un grifo que eche agua
y una chimenea par frío”.
Después seguiste sufriendo
cuando tus hijos partían
a buscarse otra vida,
a buscarse la comía.
Algunos nunca volvieron,
la pena te consumía
y te fuiste de este mundo
con mu pocas alegrías.
Y no te compré el cortijo
como yo hubiera querío,
aquel cortijo con grifos
y chimenea par frío.
Ni contigo pude estar
el día que tú te has ío;
pero ya sabes, mamá,
que siempre estarás conmigo.
En una cosa, mamá,
Dios fue muy bueno contigo:
te llamó a ti la primera,
no viste morir a tu hijo,
y te libró del dolor
que nosotros hemos tenido.
Si es cierto lo que contabas,
lo tendrás ahí contigo.
Te quiero, vieja.
5 comentarios
Marisa -
Pedazos -
Pedazos -
Dios fue muy bueno contigo:
te llamó a ti la primera,
no viste morir a tu hijo,
y te libró del dolor
que nosotros hemos tenido...
Muero
"La sangre resbala por la piedra,
desciende salpicando la escalera,
son mis lágrimas, madre,
son tus hijos, muertos.
Y el río de sangre sigue su descenso,
agostando cañas en pleno invierno.
Llueve sangre, madre,
y no es de mi pecho.
Un lago de sangre inunda la tierra,
y sepulta la hierba el barro rojizo.
Sácame este dolor, madre."
Luis Gracés.
Discóbolo -
Gracias por molestarte en contestar.
Margot -
Un beso inmenso.
Margot (A.O.)