Jajajaja, tú crees en fantasmas ¡a mí no me engañas!
Discóbolo -
¿Qué esperaba aquel grupo de rojos en una calle de tan sagrado nombre? ¿Pensábais encontraros una cartera? Poco os pasó, y es que, afortunadamente, desde el más allá él nos sigue protegiendo contra las hordas marxitas y leninistas (coño, me he parecido a roki).
Charo -
Hace años, en una de esas noches locas que casi todos hemos tenido en alguna ocasión, decidimos un grupo de amigos, a eso de las dos de la madrugada, irnos de acampada. Uno de los coches, precisamente en el que iba yo (en aquel tiempo nosotros no teníamos coche aún) decidió que no andaba más y casi llegando a nuestro destino, el motor hizo un ronroneo extraño y se quedó parado. Serían las cuatro de la mañana imagínate la movidita: los coches hasta los topes con los trastos para la acampada de varias familias y llenos de niños pequeños dormidos. Pues hala, todos parados (éramos cuatro familias con dos hijos por barba y varios solteros) a esas horas en mitad de un pueblecito de Guadalajara donde no se veía ni se escuchaba un suspiro.
Cuando me bajé del coche en aquella calle tan silenciosa y con aspecto fantasmal a causa de las casas tan viejas que la componían, levanté la vista hacía la pared que tenía frente a mí y un grito de asombro salió de mi garganta: ¡coño! ¿Habéis visto el nombrecito de la calle?, les dije a mis amigos. ¡Por los clavos de Cristo, esto es la repolla, es un mal presagio! Exclamó el conductor del coche donde yo viajaba, deberíamos volvernos no sea que nos pase algo peor que un motor jodío.
Las carcajadas de aquel grupo de "rojos", como tú nos llamas, que viajábamos aquella noche, animaron aquel pueblo que parecía de un tiempo pasado, y es que aquella puñetera calle se llamaba, CALLE DEL GENERALÍSIMO DON FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE*.
La foto de la calle que has puesto me ha recordado la expresión de mi amigo y el porqué la hizo.
Besos.
*El dictador hacía muchos años que había muerto por aquel entonces, pero se ve que en aquel lugar le seguían venerando...
3 comentarios
Charo -
Discóbolo -
Charo -
Cuando me bajé del coche en aquella calle tan silenciosa y con aspecto fantasmal a causa de las casas tan viejas que la componían, levanté la vista hacía la pared que tenía frente a mí y un grito de asombro salió de mi garganta: ¡coño! ¿Habéis visto el nombrecito de la calle?, les dije a mis amigos. ¡Por los clavos de Cristo, esto es la repolla, es un mal presagio! Exclamó el conductor del coche donde yo viajaba, deberíamos volvernos no sea que nos pase algo peor que un motor jodío.
Las carcajadas de aquel grupo de "rojos", como tú nos llamas, que viajábamos aquella noche, animaron aquel pueblo que parecía de un tiempo pasado, y es que aquella puñetera calle se llamaba, CALLE DEL GENERALÍSIMO DON FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE*.
La foto de la calle que has puesto me ha recordado la expresión de mi amigo y el porqué la hizo.
Besos.
*El dictador hacía muchos años que había muerto por aquel entonces, pero se ve que en aquel lugar le seguían venerando...