CAMILO JOSE CELA. (En paz descanse, coño)
La Donación de mis órganos....
Quiero el día que yo muera
poder donar mis riñones,
mis ojos y mis pulmones.
Que se los den a cualquiera.
Si hay un paciente que espera
por lo que yo ofrezco aquí,
espero que se haga así
para salvarle la vida.
Si no puedo respirar,
que respire otro por mí.
Donaré mí corazón
para algún pecho cansado
que quiera ser restaurado
y entrar de nuevo en acción.
Hago firme donación
y que se cumpla confío
antes de sentirlo frío,
roto, podrido y maltrecho
que lata desde otro pecho
si ya no late en el mío.
La pinga la donaré:
que se la den a un caído
y levante poseído
el vigor que disfruté.
Entre otras donaciones
me niego a donar la boca.
Pues hay algo que me choca
por poderosas razones.
Sé de quien en ocasiones
habla mucha bobería;
mama lo que no debía
y prefiero que se pierda
antes que algún come mierda
mame con la boca mía.
El culo no lo donaré,
pues siempre existe un confuso
que pueda darle mal uso
al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano chulo
en dicha trasplantación
se lo ponga a un maricón
y muerto me den por culo.
Desconocido. Lo recibí en un correo.
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